La película se quedó con el Oscar a la mejor película extranjera; el director, Juan José Campanella, agradeció a la Academia y se solidarizó con Chile en su discurso tras recibir el premio
A la 1.19, Pedro Almodóvar y Quentin Tarantino entregaron la estatuilla a Campanella y Francella que subieron eufóricos al escenario.
"En nombre del equipo y del elenco quiero agradecer a la Academia por no considerar navi un idioma extranjero", dijo Campanella a toda velocidad para aprovechar los 45 segundos de los que disponía para sus palabras. Los reconocimientos se hicieron extensivos a los productores y casi sin respirar el director se interrumpió: "En inglés se hace más difícil , más lento", bromeó como excusándose. Cuando quiso retomar los agradecimientos ya empezó a sonar la música que cortaba los discursos y apenas tuvo tiempo de exclamar: "¡ Y un abrazo a los hermanos de Chile!", antes de bajar del escenario.
Toda Argentina pendiente de ese discurso y esos agradecimientos, pero no por las palabras emotivas solamente, sino por la expectativa de "qué dirá Francella". En Facebook, 215 mil personas personas pidieron que el actor dijera su célebre frase "A comerla", ante los millones de espectadores que siguen la ceremonia. Pero le fue imposible cumplir con el "mandato". Los 45 segundos estipulados para los agradecimientos no le alcanzaron para tocar el micrófono. No obstante, tendrá ocasión de hacerlo en el saludo grabado que todos los ganadores tienen programados.
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